Ingredientes
1 kg de patatas
8 huevos
1 cebolla
sal y aceite

ELABORACIÓN
En primer lugar debemos pelar y cortar las patatas, hay personas que prefieren cortarlas en rodajas finitas y otras en dados, lo importante es que todas tengan un tamaño parecido para que tarden el mismo tiempo en hacerse. Una vez cortadas le echamos buen puñadito de sal y las ponemos en aceite muy caliente.

Ahora cortamos la cebolla en trozos no demasiado pequeños, la cantidad de cebolla va en gustos, desde los que no les gusta y no la ponen o ponen una cebolla pequeñita, hasta los que les gusta mucho y ponen una o dos cebollas por tortilla dependiendo del tamaño de las cebollas y de las patatas, tendrás que ir probando para dar con la fórmula que más te guste. Para que no lloremos a la hora de cortar la cebolla un truco efectivo es hacerlo bajo el extractor de humos encendido o en un sitio con corriente de aire, pruébalo y verás cómo funciona.

Llega el momento de freír la patata en abundante y caliente aceite. El punto de cocción debe estar entre fritas y cocidas, casi frita pero no del todo crujiente. Así no corres el riesgo de que te quede cruda y se escurrirá mejor todo el aceite. Cuando esté casi cocinada la patata echaremos la cebolla, con 3 minutos bastará para que esté lista, aunque aquí también cada maestrillo tiene su truquillo y muchos la fríen junto a la patata desde el principio.

Mientras se fríen las patatas podemos ir batiendo los huevos en un bol y añadiremos a estos una pizca de sal. Para que salga muy esponjosa separamos las yemas de las claras y montamos estas hasta su punto de nieve, también podemos añadirle una cucharita de levadura y conseguiremos el mismo efecto. Si lo que queremos es que esté más jugosa le añadiremos un chorrito de leche fría.

Cuando estén listas las patatas las escurrimos muy bien del aceite de la sartén para que no quede aceitosa y las echamos en los huevos bien batidos y dejamos reposar la mezcla 10 minutos así conseguiremos que la patata se empape bien y adquiera la consistencia adecuada. El huevo deberá cubrir la patata y la cebolla.

Ahora ponemos una cucharada de aceite en la sartén bien limpia y cuando esté muy caliente vertemos la mezcla y dejamos que se haga 1 o 2 minutos dependiendo de si la tortilla nos gusta que quede más o menos cuajada.

También tenemos que tener a mano un plato con el que vamos a dar la vuelta a la tortilla de patata y este debe ser siempre más grande que la sartén para no tener problemas en el momento de darla la vuelta y que tanto miedo nos da, debemos hacer un movimiento rápido y con seguridad, de forma firme y decidida. Ponemos éste sobre la sartén y lo sujetamos con fuerza con una mano mientras que usamos la otra para darle la vuelta agarrando por el mango. Ahora sólo nos falta volver a poner la tortilla en la sartén para que se termine de cuajar por el otro lado. Esto nos llevará 1 o 2 minutos si nos gusta jugosa y 2 o 3 minutos si nos gusta más cuajada. Pasamos la tortilla a un plato limpio y ¡Listo!

Con estos pequeños trucos y consejos conseguirás disfrutar de una sabrosa tortilla de patata, ahora ya sólo te queda practicar y practicar. Y si lo que quieres es poder saborear una rica tortilla de patata en cualquier momento sin ningún esfuerzo no dejes de probar nuestras deliciosas tortillas de patata.